Viaje a Costa Rica "Pura Vida"

Pura Vida

COSTA RICA

Si quieres conocer un país en su estado más puro… Disfrutar de la naturaleza y de sus gentes… Conocer una nueva cocina… Si te consideras un aventurero… Este es tu destino.

La selva del bosque Tropical, las playas tanto del “Mar Caribe” como del inmenso “Océano Pacífico Sur”, su gran variedad de volcanes como el grandioso “Volcán Arenal” o su extensa diversidad en fauna y flora, son solo alguno de los motivos por los que recomiendo visitar este PARAÍSO.

Como siempre, cuando decidimos hacer algún viaje, nos entran mil dudas. ¡Nos encanta viajar! Por lo tanto, hay muchos lugares que nos gustaría visitar…Pero según nuestra disponibilidad, la época del año, los días de los que disponemos y de nuestro presupuesto para el viaje, así decidimos.

Para este viaje hemos podido contar con 11 días. Han sido perfectos, aunque no nos hubiese importado disponer de algunos más. 😉

Os cuento mi viaje desde el principio y os recomiendo algunos lugares que para mí son imprescindibles si visitas Costa Rica.

Voy a empezar con

“La Maleta” 

Que debemos llevar y que ropa es la más adecuada. Todo depende un poco de cuál sea tu plan y el motivo de tu visita.

ANTIMOSQUITOS: Fundamental para visitar el país. No cualquier antimosquitos es el adecuado. Tenéis que fijaros en la composición. Tiene que contener “DEET”. Hay algunas marcas más efectivas que otras. Nosotros llevamos varios botes de esta marca “GOIBI antimosquitos XTREME SPRAY” con DEET al 45%. Ha sido efectiva en la zona de selva, pero en cuanto llegamos a la zona de Costa de Guanacaste fué difícil mantener a los mosquitos a raya.

Hay que tener muy en cuenta cuando viajas si necesitas algún tipo de vacunación para prevenir posibles enfermedades en diferentes partes del mundo. Consúltalo con tu médico de cabecera y él te derivará al departamento especialista.

En Costa Rica hay una pequeña probabilidad de contraer el “Virus Zika”, por eso es muy importante no quedarse embarazada allí ni hacerlo a tu vuelta hasta al cabo de 6 meses. Consultalo con tu médico, y tanto tú como tu pareja haceros las pruebas pertinentes para aseguraros que todo está correcto. Este virus afecta altamente al bebé.

CREMA PROTECTORA E HIDRATANTE: Tanto facial como corporal.

MOCHILA: Para llevar en cualquier momento y transportar todo lo que necesites. Yo siempre llevo una muda interior, un biquini y otra camiseta. Por si necesito o me apetece bañarme en un río aunque no lo tenga en el plan del día por ejemplo.

CALZADO:

Es imprescindible un calzado cómodo.

Botas de montaña, zapatillas de deporte, chanclas… Si dispones de escarpines o algunas chanclas con abrazaderas para fijarlas bien al pie también será una buena opción. Yo llevaba unas ” Vibram Fivefingers” (Es un calzado que me encanta y cuando practicas deportes que están relacionados con el agua son perfectos) También llevé unos zuecos “CROCS” los cuales también me fueron útiles para llevar el pie fresco, cómodo y protegido.

Ademas de este calzado, que es realmente útil para el viaje, yo llevé unas sandalias muy sencillas de tacón.

Siempre nos gusta tener una cena romántica y un poco elegante en cada uno de nuestros viajes. Así que las sandalias estaban destinadas a “Nuestra cena de gala” ;). Este es un plan muy recomendable para cualquier viaje. Después de estar todos los días de sport y con ropa muy cómoda resulta emocionante ponerse un vestidito, unas sandalias, un poco de máscara de pestañas y disfrutar de una suculenta cena con buen vino y la mejor compañía. Si además lo acompañas de una noche de baile… ¡Será un día perfecto!

ROPA:

Al igual que con el calzado, ropa cómoda y práctica.

Chubasquero (imprescindible). Donde se encuentran los parques naturales de bosque tropical (¡La Selva!), como puede ser “El Parque Nacional de TORTUGUERO”, las lluvias son bastante copiosas aunque sea época seca. En esta zona no esperéis constantemente un cielo despejado y soleado, son bastante habituales los cielos grises y con grandes precipitaciones. ¡Esto es lo que hace que podamos disfrutar de un paisaje verde y espectacular!

Alguna prenda de abrigo se agradece, yo llevé varías sudaderas y algún jerseicito finito y me vinieron genial.

Camisetas de manga larga y finas, para evitar las picaduras de cualquier insecto. Camisetas de manga corta siempre que nos protejamos bien con antimosquitos.

Pantalones de montaña o pantalones cómodos. Yo casi todos los que llevé eran largos y lo agradecí por la tranquilidad con los insectos y también por la temperatura, aunque no hacía frío yo soy un poco friolera y prefiero ir preparada para que no me suponga ningún impedimento y así poder disfrutar plenamente cada momento. Alguna bermuda o pantalón corto. 

Chaqueta de entretiempo.

Pijama liguero pero de manga larga y pantalón largo.

Vestido para “nuestra cena de gala”. 😉

Ropa de baño

Gorra, Sombrero o pañuelo para protegerte la cabeza del sol.

Gafas de sol

Cámara de fotos. Si eres amante de la fotografía no podrás evitar llevarla constantemente en la mano. En cualquier lugar donde se posen tus ojos encontrarás una buena fotografia. Si por el contrario no eres un apasionado de la fotografía será un buen lugar para que te entren ganas de serlo.

Linterna. Nosotros no la llevamos porque nadie nos dijo que fuera necesaria. Para mí lo fué y mucho. Tuve suerte y en el hotel en el que más la necesité me prestaron una, pero no de la calidad que me hubiera gustado. Dar un paseo cuando ha caído la noche entre la vegetación es algo de lo más emocionante y espectacular que he hecho nunca. La mayoría de los animales e insectos salen de noche y si te decides o tienes la posibilidad de dar un paseo puedes ver cosas extraordinarias. Incluso en la vegetación aprecias colores que de día pasan inadvertidos, las luces y sombras que se forman en el bosque cuando con la linterna apuntas a las copas de los árboles son fascinantes, todo esto acompañado de los sonidos de la naturaleza en su estado “salvaje/ silvestre” lo convierten en algo difícil de igualar. La selva de día y la selva de noche parecen mundos diferentes, a cual más magnético.

Prismáticos. Nosotros no llevamos y tampoco los conseguimos allí. Pero echamos de menos tener unos para poder apreciar algunas de las cosas que se ven en la distancia y nuestra vista no apreciaba con claridad.

EL VIAJE…

“Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo; todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno o hacia lo que imaginamos como tal”. –

 Cesare Pavese

Nuestro viaje dió comienzo el día 12 de Diciembre. Nuestro vuelo salía desde el aeropuerto de Madrid-Brajas Adolfo Suárez a las 11:20 de la mañana, aunque debido a la niebla con la que despertó ese día Madrid, salimos con 1 hora de retraso. Nuestra hora de llegada al aeropuerto “Juan Santamaría de Costa Rica ” estaba prevista para las 15:20h del mismo dia, teniendo en cuenta que hay una diferencia horaria de 7 horas menos en Costa Rica. Aunque por motivo del retraso de salida, aterrizamos en el aeropuerto costarricense sobre las 16:35 hora local. Mientras recogimos nuestro equipaje la noche ya había caído, allí anochece sobre las 17.00h en esa época del año.

Una vez salimos del aeropuerto nos desplazamos hasta la capital “San José”. Está a unos 20′ del aeropuerto aunque todo depende de las horas puntas y del tráfico que haya. En el momento de nuestro traslado la vía estaba bastante concurrida y tardamos en llegar al hotel algo más de 1 hora. Una hora que aún con el cansancio de un vuelo de 11h no se hizo pesada, ya que nuestras narices estaban pegadas a las ventanillas del vehículo sorprendiéndonos con esa ciudad nueva e inexplorada para nosotros. Sólo teníamos el ansia de bajar del coche y poder sumergirnos en el ajetreo como cualquier ciudadano, como cualquier “tico”.

Primera parada del viaje: nuestro hotel en San José para dejar las maletas, asearnos un poco y bajar a “callejear”.

Nos hospedamos en un hotel estupendo por su ubicación y atención. Las habitaciones están muy bien, sin grandes lujos, pero estupendas para descansar. ¡Y además el desayuno es muy bueno!. Este hotel es el “Hotel Presidente”.

Salimos del hotel y nos recorrimos lo que ellos llaman “El Boulevard”, una avenida peatonal en pleno centro de la ciudad. Nos sorprendió mucho el burbujeo constante de personas, la noche había caído y parecía como si todos volvieran de vuelta a casa. Una ciudad muy viva y con muchísimo ajetreo, un trasiego constante de personas pisan el asfalto de esta pequeña avenida.

Nos recomendaron tener cuidado una vez caiga la noche puesto que, como en cualquier lugar, tienen mayores oportunidades los malhechores protegidos por la oscuridad. He de reconocer que es cierto que el ambiente cambia y los transeúntes también son diferentes, pero si tomas las debidas precauciones no tiene porque ocurrir nada. En todo nuestro viaje no tuvimos ningún tipo de incidente desagradable. Nos pareció un país muy seguro.

Tras dar un paseo y cenar algo, nos fuimos al hotel para descansar.

La mañana siguiente nos esperaba un pequeño minibus que nos trasladaría hacia el “Parque Nacional de TORTUGUERO”, el camino en bus es aproximadamente de 2 horas. Nosotros hicimos una parada para el almuerzo en un restaurante estupendo “La Ceiba”. Está en la carretera antes de tomar el desvío que nos llevaría hasta la entrada del parque.

Llegado el momento hay que bajar del bus para llegar a un “puerto”, donde en unos botes motorizados a través de los canales que rodean y atraviesan la selva, unos ágiles y ávidos capitanes te trasladan hasta el pueblo de TORTUGUERO y tu respectivo hotel.

Cuando digo ágiles y ávidos capitanes, lo digo con razón. Son muy diestros manejando esas pequeñas lanchas alargadas a gran velocidad por todos los canales, atravesando zonas complicadas con curvas vertiginosas, sobre todo teniendo en cuenta la inestabilidad de la barca.

Durante este trayecto es cuando realmente empiezas a darte cuenta de la belleza y la inmensidad del lugar, es cuando realmente sientes el contacto con la naturaleza. Haces una panorámica con tu mirada y empiezas a ver los monos saltando entre las copas de los árboles, la inmensa variedad de aves que se encuentran en la zona, caimanes, iguanas, mariposas…

Los sonidos… es la mejor banda sonora que he escuchado nunca. Mientras estás sumergida en esta especie de éxtasis, el frescor de la brisa del agua que se rompe al paso de la lancha humedece tu rostro y te das cuenta de que tienes una sonrisa permanente. Esto convierte este paseo en uno de los momentos más alucinantes y bellos del viaje.

Tras pasar casi una hora subida en este “bote” comienzas a avistar unos pequeños “puertos” o “miradores” a lo largo de la rivera  del canal, entre ellos está el puerto de Tortuguero. El resto que asoman sus maderos invitándote a parar, son los amarres de cada hotel.

Llegó el momento de desembarcar, el pequeño bote hace varias paradas en los diferentes puertos, para que los huéspedes puedan desembarcar cada uno en sus respectivos hoteles.

Los hoteles de esta zona son una pasada por su ubicación y conexión con el entorno natural que lo rodea.

Llego nuestro momento y el bote amarró en un pequeño puerto fabricado en madera y totalmente mimetizado con el entorno. Bajamos del bote y nos estaban esperando en una especie de chamizo/mirador ofreciéndonos un cóctel muy refrescante basado en la fruta de la zona.

Todas las personas dedicadas al turismo en el lugar y las propias gentes de la zona son estupendas, hay un servicio fantástico y una muy buena acogida por todos ellos.

Llegamos a la recepción (Un chamizo mayor al anterior pero de igual manera mimetizado con la naturaleza de la zona y sin agredir de ninguna manera el parque natural) para coger la llave de nuestra “habitación” o mejor aun, nuestra “cabaña”, nuestra estupenda y hermosa cabaña sin cristales en sus ventanas, solo una maya para protegerte de los mosquitos. Algo estupendo porque tanto de día como de noche te permite estar en continuo contacto con la naturaleza y sus sonidos.

Un bonito paseo por un camino entre la vegetación generosa del lugar nos lleva a nuestra cabaña. Todo en el lugar merece la pena. Antes si quiera de soltar la maleta en la habitación, cojí mi cámara de fotos y salí a fotografiar todo ese entorno, no podía resistirme. Era apabullante la cantidad de colibríes, ranas, monos, perezosos, flores, mariposas, arañas, iguanas, puercoespín, mapaches…. ¡una lista infinita!

Tortuguero

En este lugar tan maravilloso tuvimos la oportunidad de visitar y conocer el pequeño pueblo de “Tortuguero”.

Un lugar con muchísimo encanto, poblado por gente muy autentica y amable. De esos lugares que te hacen plantearte un cambio de vida, te plantean no despedirte de ellos. Este estupendo pueblecito de no mas de 700 habitantes en plena selva tropical, está rodeado en uno de sus márgenes por el río Tortugueros y los canales y en su margen opuesto por el Mar Caribe, cuna de miles de tortugas marinas. Allí disfrutamos de un estupendo día, paseamos por la playa caribeña, paseamos por sus caminos de tierra, asistimos fortuitamente al nacimiento de dos bellas tortugas y su heróica entrada al mar, nos dimos un baño en el especialmente bravo mar Caribe de esta zona y volvimos en barco a nuestra peculiar cabaña con una sonrisa de oreja a oreja y muchísimas ganas de volver.

Pero nuestro viaje tenía que continuar…

Nuestro siguiente punto de encuentro tras pasar unos días en el “Parque Nacional de Tortuguero”, con una de las experiencias mas bonitas de mi vida, volvía a ser el restaurante “La Ceiba”. Allí cogíamos nuestro coche de alquiler y nuestra aventura continuaba.

Volcán Arenal

Nos dirigíamos a la provincia de Guanacaste. Llegamos al “Parque Nacional de Volcán Arenal” que como bien indica su nombre es una zona de volcanes, conformada principalmente por dos cerros, el Volcán Arenal y el Cerro Chato. Lo mas llamativo de este lugar es ver la actividad volcánica y sentir su energía transmitida por sus impresionantes “Aguas Termales” y la abundante fauna que habita en el bosque lluvioso.

Aquí puedes hacer muchísimas actividades como:

 Visitar el peculiar pueblo de “Arenal” donde encuentras buenos restaurantes para almorzar o tener una bonita velada.

Múltiples actividades en el volcán, desde tirolinas, recorridos por parajes naturales, Rafting…

¿Alguna vez te has bañado en un rio salvaje? supongo que es posible que sí, pero… ¿Dónde el agua que baja crepitante desde la montaña más alta está caliente? Cuando digo caliente me refiero a que quema y humea, sale vapor con el contraste de la temperatura exterior. Pues si no lo has hecho,  aquí puedes. ¡Es impresionante! Uno de los mejores momentos de viaje. Además comenzó a llover con muchísima fuerza y ésto lo hizo aun mas especial y más poderoso. Esta maravilla de la naturaleza es el “Rio Tabacón”.

He de recomendaros el hotel donde nos quedamos en el “Parque Nacional de Volcán Arenal” porque es un sitio estupendo. Lo que más nos gustó fue que tienes en el propio hotel unas termas naturales abiertas las 24h. Para poder disfrutar de un cálido baño en el momento que lo necesites. Además cuenta en las propias termas con una pequeña barra y un barman para refrescarte si te apetece.

Este es el “Hotel Volcano Lodge & Springs”

Desde “Volcán Arenal” retomamos nuestro viaje con nuestro coche de alquiler. Conducir en Costa Rica es fácil y seguro, si volviese a visitar el país no dudaría en alquilar un coche. Os lo recomiendo. Te da mucha libertad, puedes realizar una parada siempre que quieras y donde quieras. Te hace sentirte aun más en el país. Continuamos nuestro viaje hacia la costa de “Guanacaste”,  bañada por el impresionante “Océano Pacífico”.

Aquí disfrutaríamos de nuestros últimos días antes de volver a San José para coger nuestro vuelo de vuelta a España.

El trayecto entre Volcán Arenal y Playa Bonita fue brillante…

 Música suena de fondo, es el dial de una radio de en un 4×4, un camino estrecho de montaña abarrotado de vegetación se ve a través de la luna del coche, una pareja viaja bordeando un lago, su destino un hotel paradisíaco  en el Océano Pacífico , sus manos entrelazadas no se sueltan temiendo perder un segundo sin rozarse. Las ventanillas están bajadas a la mitad, ambas a la misma altura, es la suficiente para que el aire golpee sus caras y su pelo de un modo agradable y vibrante…  

Cuando llegamos a la costa de Guanacaste, nos dirigimos hasta “Playa Buena”. Aquí se encuentra un hotel estupendo, para darte el último  capricho en el final de tu viaje y recargar pilas para la vuelta al “día a día”. Hotel Occidental Gran Papagayo Resort-Adults only

Aquí pasamos  3 noches. Esos días disfrutamos de una estupenda playa pública , “Playa Buena” con acceso directo desde el hotel. Uno de los días lo dedicamos a bucear y nos fuimos a un pequeño islote en medio del océano donde hicimos 2 inmersiones de 45′ cada una. Dos inmersiones muy especiales, nunca había buceado en un “Océano”, nunca en “Costa Rica”, nunca con “Mantas rayas gigantes” ni tiburones “Puntas Blancas”. Hay sentimientos y emociones imposibles de contar.

Pudimos relajarnos en sus entornos naturales, en su piscina, en sus estancias, en sus estupendas habitaciones… Deleitamos una riquísima comida con un buen servicio.

Y vuelta a San José

Regresamos en nuestro coche de alquiler hasta nuestro Hotel de San José, el Hotel Presidente. Allí pasamos nuestra última  noche en Costa Rica. Al día siguiente hicimos nuestras maletas, las montamos en el coche y nos fuimos hasta el aeropuerto dejando antes el coche de alquiler a mitad de camino. La empresa de alquiler te traslada hasta el aeropuerto.

Nos subimos en nuestro avión y Costa Rica nos despidió con una espectacular puesta de sol.

Un avión, una pareja, un viaje por delante, dos manos que se entrelazan y no se sueltan por miedo a perderse un segundo sin rozarse.

Llegamos a Madrid agotados, pero entusiasmado por lo pesadas que venían nuestras mochilas. Cargadas de sentimientos, emociones, vivencias, sensaciones, olores, sabores, colores, sonidos, seres, tierra, agua…

Viajar es la mejor manera de acercarte a muchas cosas.

Os recomiendo fervientemente que vayáis a esconderos a Cosa Rica. Viaje muy recomendable.

El viaje lo contraté  con la profesional en la que siempre deposito mi confianza cuando de viajar se trata. Ella es Yolanda:  y.alarcon@halcon-viajes.es

Si queréis un viaje especial a vuestra medida y sabiendo que será lo que estáis buscando no lo dudéis.

“Viajar sirve para ajustar la imaginación a la realidad, y para ver las cosas como son en vez de pensar cómo serán”. –

 Samuel Johnson

Os mando besos a escondidas desde mi ventana.

Os espero el próximo domingo en nuestro escondite.

Cristina Alarcón

Noticias relacionadas con Costa Rica:

Este es el lugar más verde del planeta

 Vía Huffington Post

Outfit:

             Sudadera Adidas

             Botas Azules Palladium

             Zuecos Crocs

Edición Video y Foto: Alejandrina Zoreda