Buscar piso en Madrid

Y me mudé a Madrid.

¿Cómo encontrar piso en Madrid?

Madrid es una ciudad llena de posibilidades.

Pero como cualquier ciudad que desconoces, al principio es dura.

Si visitas por primera vez Madrid, supongo que te encontraras con los mismos problemas con los que hace 9 años, me encontré yo.

Recuerdo aún el día que llegue a Madrid…

Fué un fin de semana, vine en el autobús desde Granada, cinco horitas de camino. Cinco horas eternas, con nervios, ansiedad, ilusión, tristeza, alegría y mucho miedo. Miedo por la nueva etapa que se presentaba en mi vida, la cual no sabía si sería capaz de afrontar.

 Únicamente venía a visitar algunos de los pisos en alquiler, con los cuales ya había contactado.

Sin tener ni idea de Madrid, sin conocer en absoluto la ciudad. Solo en alguna ocasión la había visitado con mis padres o en una excursión del colegio.

La monstruosa ciudad se plantaba frente a mi, para preguntarme si estaría a la altura.

Llegué con un pequeño cuaderno en el que tenía apuntadas las horas de visita de cada piso, las direcciones y la parada de metro. No tenia ni idea de como era cada zona, la cercanía con el centro, la comunicación…

Solo sabía que el metro llegaba a las direcciones concretadas.

Las primeras citas fueron catastróficas…

La primera cita, creo recordar, fue en la parada de metro “Ventilla”. Tuve que andar bastante hasta llegar al número exacto. Cuando llegué, un hombre de buen aspecto y muy amable, me acompañó hasta el piso, para enseñármelo. Según me contó, era el hijo de los señores que habían vivido allí, y digo habían, porque acababan de fallecer, aunque allí aun se respiraba su esencia. Sus tapetitos de croché encima de las mesas, su mesa camilla, sus muebles de otra época…

La verdad que esto ya me hizo decidir. Desde el primer minuto que entré por la puerta, sabía que esa no sería mi casa. No por nada, sino porque quería vivir sola y allí me daba la sensación que no seria así. 😉  Sumándole además que estaba lejos del metro. El metro es el medio de trasporte mas practico y barato, el “bus” también funciona muy bien.

La siguiente visita sería en metro “Aviación Española”. Después de estar un buen rato subida en el vagón, ya me fui dando cuenta que igual era demasiado lejos. Iba a vivir sola y prefería estar cerca del centro, donde hay mas movimiento. Quería poder bajar y dar un paseo por esa ciudad que se mostraba ante mi desconocida, desconfiada e impersonal.

Pero claro, todos los pisos que fuí a visitar, era porque estaban dentro de mi presupuesto, no era mucho, pero para mí suficiente.

Me baje del metro en Aviación Española… Y allí estaba yo, perdida, en un sitio un poco desolado, al lado de la carretera y sin nadie cerca a quien poderle preguntar por la calle exacta donde debía dirigirme.

Tras varias vueltas por la zona, conseguí llegar al punto concertado.

El edificio… viejo, con toda la ropa tendida en los balcones y bástate sombrío por la sombra que le hacían el resto de moles construidas a su alrededor. Me decidí a llamar al timbre. Subí por un ascensor, en el cual estuve rezando para que no parara. Parecía que le quedada poco tiempo de funcionamiento.

Allí estaba esperándome una señora de unos 60 años, para enseñarme con mucho gusto, para ella, su preciosa casa. Un piso decadente, frio y triste. Ella se empeñaba en decirme las virtudes de este, y no paraba de decir: ¡Es muy luminoso!

Supongo que se referiría cuando tenia todas las luces de la casa encendidas porque por allí no se colaba ni un rayo de esperanza.

Así comenzó mi búsqueda de “Hogar”.

Parecía sencillo, todo en la foto era mucho mas bonito… Pero estaba claro que no iba a ser tarea fácil.

Así pasé todo el día… hasta la tarde. El ultimo piso que me había citado para ver, era mas céntrico. Lo había dejado para el final porque así estaba mas cerca de la estación de autobuses para poder volver a Granada esa mismo noche.

Cuando ya casi todas mis esperanzas de encontrar piso estaban perdidas…

Me baje en el metro “Antón Martín” en plena calle Atocha.

El portal estaba al lado del metro, justo en la salida del metro, el primer portal que te encuentras.

Me esperaba su propietaria, una chica de unos 35 años, encantadora.

Subí al piso, era un apartamento muy pequeñito. Entrabas y justo aparecías en su pequeño salón. Allí mismo, en ese salón, en uno de sus laterales estaba la cocina. Sí, la cocina y el salón eran la misma estancia. Después un pequeño pasillo de un metro de largo. En él, en el lado izquierdo, un armario de dos puerta y al otro lado un pequeño baño. ¡Con bañera! Esto era un punto a favor. Según pasabas el pasillo, llegabas a la única habitación de la vivienda. Esta tenia un único balconcito con vistas a toda la calle Atocha.

¡Me pareció perfecto para mi!

Era muy pequeño, con una única ventana en todo el espacio, con la cocina dentro del salón, pero sabía que era mi casa y que iba a vivir muchos momentos en ella. Buenos y no tan buenos…

Cuando estás viendo casas, supongo que tanto para comprar como para alquilar, hay algo de la energía del lugar que te atrae o no. No sabría como explicarlo… Pero hay algo que te hace saber si eres bienvenida o si por el contrario, ese no es tu sitio. Si te sientes protegida en ella, te lo hará saber. Solo hay que saber escuchar.

Esta era cálida, confortable, céntrica… Parecía una casita de muñecas.

Con mis 20 años era perfecto. Me iba a independizar en una ciudad extraña. Para luchar por mi sueño. Dejando atrás lo que mas quería, mis padres, mis hermanas, mis sobrinas, mis amigos… Apenas conocía gente en Madrid, realmente me encontraría sola. ¡Sola!

Me asustaba estar sola, lo reconozco. Vengo de una familia numerosa. Somos 4 hermanas, mas mis padres, 6 en casa. Además, hermanas mayores que yo, por lo tanto siempre he estado protegida y guiada a cada paso que daba.

Mi sitio de confort iba a desaparecer de la noche a la mañana.

Era mi gran apuesta.

Le hice unas fotos y rápidamente se las pasé a mi madre. Ella me dijo sin dudarlo un momento: “¡Cógelo!” Con todo el dolor de su corazón. Yo no era la única que me alejaba de ellos, ellos también sufrirían el vacío de no verme cada mañana, ni darme un beso cada noche. Pero por suerte tengo unos padres, que siempre me han apoyado en mis decisiones y me han ayudado a tomar el camino que me hace feliz. Padres llenos de una generosidad absoluta.

Le dije a la chica que me lo quedaba y ella me dijo: “por delante de ti hay dos chicos interesados”, pero yo le había gustado como posible inquilina. Quedamos en que en un rato me llamaría para decirme algo y mientras pensárselo.

Ya subida en el autobús, con todas mis cartas echadas sobre la mesa, sonó el teléfono. Era ella. Beatriz. Lo había pensado… y…

 El piso era para mi. ¡Dios mío!, para mi.

Ya no había vuelta atrás. Volvía a Granada, pero para preparar mis maletas.

No sabia si reír, llorar… Que bombardeo de sentimientos me asaltaban.

Ya con las maletas preparadas…  Subida en el coche de mis padres, nos íbamos para Madrid. Los tres teníamos una falsa sonrisa dibujada en la cara.

Allí pasaríamos el fin de semana. Me ayudarían con la mudanza y también para terminar de amueblar algunas cosas que faltaban.

Fue un fin de semana espectacular. Toda la ilusión puesta en un pequeño habitáculo de no mas de 50 metros cuadrados. Con las ilusiones de todos puestas allí. Es uno de los grandes momentos de mi vida. Me siento afortunada de haberlo compartido con las dos personas mas importantes de mi vida.

El dia mas temido llegó. Era un domingo, soleado, apacible y aparentemente feliz. Terminamos de montar algún mueble por la mañana. Mas tarde salimos a dar un paseo y comer algo. Al terminar caminamos de vuelta a “casa”. Sí, ya era mi casa.

Caminábamos despacio, juntos, respirando lo que nos estaba pasando a cada uno dentro. Sabíamos que a partir de ese momento nuestras vidas iban a cambiar.

Subimos a casa. Era el momento de coger sus maletas, sus cosas personales, subirlas al coche y salir dirección Granada. Pero mi maleta, esa ya no se iría de viaje.

Un nudo en la garganta, un llanto incontrolable, pero atrapado dentro de mi ser, pedía a gritos salir.

Ya estaban las maletas cómodamente en el maletero, ellos subidos en el coche, yo también en el asiento de atrás, para salir del parking.

Paran en la puerta de aquella casa, mi casa, para que pudiera bajar del coche y dejarlos continuar con el duro camino que nos esperaba.

Los besé con todas mis fuerzas, sin dejar de decirles lo mucho que les quería, agradeciéndoles lo generosos que estaban siendo conmigo.

Nadie derramaba un lagrima, nadie quería mostrar su verdadero sentimiento de dolor, para no hacer sufrir al otro.

Decidimos que ya era hora de continuar. Tuvimos que poner fin a esa despedida, que parecía que no queríamos que terminase nunca.

Vi como el coche se alejaba y bajaba la calle Atocha, como el que ve que le están arrancando el corazón. Quise correr tras ellos, y pedirles que no se fueran, que no me dejaran atrás. Cuando realmente lo que hacían era ponerme siempre delante.

Grité con todas mis fuerzas, en un grito sordo para el resto del universo. La gente que pasaba a mi alrededor, tropezando incluso conmigo, no tenían ni idea de lo que yo estaba sintiendo.

Todo mi cuerpo temblaba, mi mundo se desvanecía. Quería pararlo todo.

Saqué fuerzas y cuando el coche desapareció de mi vista, saqué  de mi bolsillo las llaves del portal y me dispuse a subir a “casa”.

Allí estaba yo, perdida en 50 metros.

Para todos fué muy difícil. Pero hoy, tengo que dar las gracias a esos padres, seres tan generosos que me brindaron mi gran oportunidad. Tanto laboral como personal.

Allí siempre han estado ellos, para volver a recibirme entre palmas y olivos cada vez que voy a Granada. Para saber escucharme tras un teléfono y saber darme las claves para continuar. Para venir a verme y traer el aire fresco que solo una brisa en mitad del mar te puede ofrecer.

Ellos siempre me han dado la fuerza y el valor para ser quien soy. Y para luchar por mis sueños.

Gracias por ser así.

Por mirar por vuestras hijas siempre antes que por vosotros mismos.

Gracias por regalarme esa oportunidad, que me ha hecho ser quien soy.

 Ser muy feliz en esta, mi gran ciudad.

Mi gran apuesta.

Gracias por confiar en mi.

Todo gran cambio comienza con un soñador. Recuerda siempre; tienes dentro de ti la fuerza, la paciencia y la pasión para alcanzar las estrellas y cambiar el mundo.       

-Harriet Tubman.

MEJORES ZONAS DE MADRID

Madrid es una ciudad que se distribuye en distritos y barrios. Aquí veis un pequeño mapa informativo.

Dependiendo de lo que cada uno busque, unas zonas se adaptan mejor y otras peor. También cada zona tiene unos precios y según nuestro presupuesto debemos elegir. Por norma general, respecto a los distritos que aparecen en esta mapa, según te alejas del “Centro 11” van descendiendo los precios. Aunque también es verdad, que en pleno centro, podéis encontrar viviendas o habitaciones muy bien ubicadas y con unos precios muy competitivos. Todo es dedicarle un poco de tiempo y tener claro que es exactamente lo que queremos, donde podemos ceder un poco y que características nos son irrebatibles.

MI TOP 5

 1:

Empezamos hablando de Madrid zona “11 Centro”: Para mi es una zona fantástica, tienes todo lo que necesites a tu alcance, totalmente comunicada con trasporte publico y además con todo el aroma a  “ciudad”. Una ciudad en constante movimiento, un ir y venir de personas constantemente.

Podemos encontrar alquileres de viviendas individuales desde los 600€, estas serán de espacios reducidos de unos 40 a 50 m2, con suerte podemos encontrar lugares especiales y con mucho encanto. Son espacios estilo loft, pequeños apartamentos donde normalmente salón y cocina están en el mismo espacio. Ideales para personas solas o parejas. Por unos 1.100 ya podemos encontrar espacios mas grandes, con 3 habitaciones. Todo depende de lo que queramos y podamos gastar.

Si por el contrario queremos compartir piso, las habitaciones están rondando de media los 250€. Si no te importa compartir es una buena opción para conocer gente y además sale bastante económico.

Dentro del distrito centro tenemos 6 zonas: Sol, Palacio, Cortes, Embajadores, Universidad, Justicia.

Todas tienen su encanto, pero si yo tuviera que elegir… me quedo con Sol, Palacio y Embajadores.

2:

 Mi favorito, y en el que actualmente resido. ” 18 Arganzuela” . Desde mi punto de vista, y con lo que significa para mi, lo puedo llamar mi oasis. ¿Por que digo mi oasis? Es un pedacito de aire pero en pleno centro de Madrid. A un lado la m30 para tener un fácil acceso en coche a cualquier parte de la ciudad, al otro “Madrid rio” un relajante y precioso parque que se forma continuando todo el margen del rio Manzanares de Madrid. A través de él puedes acceder a la “Casa de Campo”, un bosque en plena ciudad de Madrid. El principal pulmón de la ciudad. También puedes seguir la vera del rio en un buen paseo en bicicleta hasta llegar a pueblos colindantes. En otro de sus lados, el centro de la ciudad, al cual accedes andando. Puedes tomar algo por “La latina”, un domingo dar un paseo por “El rastro” o descansar del bullicio de la ciudad sentada en un banco contemplando el Manzanares. Todos estas son algunas de las ventajas de esta zona madrileña.

Aquí los alquileres pueden subir un poco, pero aun así puedes encontrar buenos precios y grandes ventajas en la zona. Este barrio también ofrece viviendas relativamente nuevas y algunas urbanizaciones en las que poder disfrutar de zonas comunes, como piscina. Estas características en distrito “Centro” son mas caras y mas complicadas de encontrar.

Arganzuela se distribuye en diferentes barrios: Imperial, Acacias, Palos de Moguer, Atocha, Delicias, Chopera, Legazpi. Todos ellos me parecen estupendos, pero si me dan a elegir… me quedo con Acacias y Atocha, muy diferentes entre si, pero ambos muy buenos barrios. Todas estas zonas además están muy bien comunicadas con transporte público.

3:

Distrito “12 Retiro”. Este distrito también es una buena opción si quieres disfrutar de la ciudad a la vez que puedes tomar un descanso en el precioso y madrileño “Parque del Retiro”. En esta zona encontramos edificios castizos madrileños. Aquí los precios suben un poco respecto a distrito “Centro”. Tus vecinos serán castizos madrileños y disfrutaras de un ambiente de barrio al mismo tiempo que esta en plena ciudad. Zonas llenas de pequeños ultramarinos contrastando con las grandes boutiques que encontramos en los distritos colindantes, como puede ser en el “Barrio de Salamanca”.

El distrito se distribuye en 6 barrios: Adelfas, Pacífico, Jerónimos, Niño Jesús, Estrella e Ibiza. Me quedo con los mas cercanos al “Parque del Retiro” Jerónimos, Ibiza y Pacífico.

En estas zonas también podemos encontrar pisos de autentico lujo y de cifras estratosféricas.

4:

La milla de oro de Madrid se encuentra en este distrito. “8 Salamanca”. Es el distrito mas cotizado y caro de la ciudad. Aun considerado como un barrio aristocrático. En el encontramos muy buenos restaurantes, todo tipo de comercios, grandes clínicas de estética y salud y las mejores firmas de moda se posicionan aquí. Sus calles amplias y cuidadas están escoltadas por grandes palacetes de hace mas de 100 años, ahora divididos en varias viviendas. Antiguamente se consideraba un barrio situado a las afueras pero hoy en día esta situado en plena ciudad. Es un barrio muy castizo y con muchas posibilidades. Eso sí, prepara la cartera.

Dividido en 6 barrios: Recoletos, Goya, Fuente del Berro, Lista, Castellana, La Guindalera.

Me quedo con Goya, Castellana y Lista.

5:

Por ultimo y para tener también una opción mas económica y que a su vez puedas disfrutar de ventajas como las de estos distritos anteriores, os recomiendo unos barrios muy concretos. El barrio de Acacias linda en una de sus caras con el rio manzanares, pues si atravesamos el rio, al marguen opuesto del manzanares y cruzando la m30 tenemos el “Barrio de Comillas”, y todo el alrededor de la “Plaza Marques de Vadillo” este barrio es un barrio cosmopolita y multicultural, lo que también tiene muchas ventajas. Es un barrio que justo al estar al otro lado del rio puedes disfrutar de las ventajas que te ofrece Acacias a unos precios muy inferiores. Desde un paseo o practicar un poco de deporte por el Manzanares, comprar todo lo que necesites por la zona, ya que es un barrio lleno de comercios de todo tipo o ir a comer a algúna buena taberna, donde tu cuenta será inferior que si comes en el centro. Pero la ventaja mas destacable es que los precios de las viviendas descienden casi a la mitad que al otro lado del rio o de la m30. También esta muy bien dotado de transporte publico para poder moverte con libertad por toda la ciudad.

Eso si, recomiendo el Barrio en las calles próximas al rio, al rededor de la calle Antonio López.

Por ultimo me gustaría mencionar una zona, si te apetece vivir en plena ciudad de Madrid, cerca del centro, a la vera del Manzanares, a un paso de La Casa de Campo y en una casita o chalet. Te recomiendo un pequeño paraíso. “La Colonia del Manzanares”. Si buscas un poco de retiro pero sin perder de vista la ciudad, este es tu sitio. Yo ya la tengo puesta en mi punto de mira esta zona.

Todo esto nace de la humilde opinión de una Granadina residente en Madrid desde hace 9 años.

Espero sinceramente os haya podido ayudar a resolver algunas de vuestras dudas desde mi experiencia personal. Si tenéis alguna duda aquí estoy para vosotros.

Hoy desde mi escondite os dejo un nuevo trocito de mi corazón.

Os Espero con mi ventana abierta en nuestra quinta cita.

Siempre para vosotros

CRISTINA ALARCÓN