Nos comimos las uvas en El Coliseo Romano

Así es…

Los que me conocéis ya sabéis que es tradición en mi familia pasar Fin de Año fuera de casa, cualquier parte del mundo es buena para tomarme las uvas con mi amor.

Hemos pasado Fin de Año en Nueva York, Venecia, Andorra…

En cada uno de estos lugares hemos seguido varias tradiciones que hemos instaurado nosotros mismo y no queremos romper. Son cosas sencillas pero que para nosotros significan mucho.

Os cuento cómo ha sido nuestro viaje, algunas recomendaciones y cuáles son nuestras tradiciones.

Un secretito…

Este viaje y estas “minivacaciones” no solo han sido nuestro Fin de Año, desde que nos casamos el 16 de Septiembre de 2017 aún no habíamos tenido tiempo de hacer un viaje de novios como tal, salvo alguna escapadita que hicimos el verano pasado a Formentera.

Este no ha sido 100% un Viaje de Novios, pero ha sido  prácticamente igual y así nos lo hemos tomado nosotros.

Si algo ha protagonizado este viaje han sido las risas continuas, creo que es el viaje en el que más me he reído y mejor me lo he pasado.

Un viaje perfecto.

Día 1

Nuestra aventura en Roma comienza el mismo día 31 de Diciembre de 2018, ese día volamos por la mañana rumbo a esta increíble ciudad llena de historia, leyendas, imágenes vivas…

Una vez aterrizamos en Fiumicino lo primero que hicimos tras recoger nuestras maletas fue coger un taxi que nos llevase directamente a nuestro hotel.

He de deciros para los que no conocéis aún Roma que los taxis son caros, creo que nos costo unos 40€. Por Roma también cogíamos taxis del centro de la ciudad al hotel y nos costaban sobre los 20€ más o menos.

En Roma también contáis con servicios de VTC como Uber, podéis descargaros la app y solicitarlos en cualquier momento que lo necesitéis.

En cuestión de precio están a la par con los taxis. Son también caros.

En Roma nos hospedamos en el Hotel

VOI Donna Camilla Savelli Hotel 4*

El hotel es acogedor y muy bonito. El desayuno no muy extenso pero rico. Las habitaciones son algo pequeñas.

Está bien situado en el barrio del Trastévere, en la orilla oeste del Tíber.

Es un antiguo convento reformado.

El TRASTÉVERE

Trastévere es una zona bohemia, original y colorida que se aferra a sus raíces de clase obrera con siglos de historia. El barrio es famoso por sus restaurantes de comida italiana innovadores y tradicionales, cervecerías y tiendas artesanales, B&B sencillos y hoteles económicos. La Piazza di San Calisto y la Piazza Santa Maria in Trastévere, dónde se puede visitar una iglesia dorada llena de mosaicos, suelen llenarse de jóvenes que salen a pasear antes de cenar y se quedan hasta tarde.

Es un barrio que merece mucho la pena y con un encanto especial.

Tres de los restaurantes que visitamos durante nuestra estancia en Roma se encuentran en este barrio y son muy especiales,  merece mucho la pena la visita.

1º ANTICA PESA

Un restaurante con mucha historia.

Cocina muy selecta italiana donde poder disfrutar de un suculento plato de rica pasta italiana en un ambiente muy cálido y especial.

Muy buena atención.

2º DAR POETA

En este lugar nos comimos la pizza más rica de todo el periplo italiano.

También tienes la opción de comprarla para llevar y tomarla en la habitación de tu hotel mientras descansas, así lo hicimos nosotros.

3º GLASS HOSTARIA

Un restaurante con una carta muy especial y 1 Estrella Michelín.

Un cocina innovadora con base italiana muy exquisita.

Todo de la mano de una estupenda Chef.

Muy buena atención.

Una vez dejamos las maletas en el hotel, nos aseamos y salimos directamente a la calle, a recorrer Roma sin descanso.

Salimos del hotel andando y recorriendo cada calle romana hasta llegar a la majestuosa…

FONTANA DI TREVI 

¡Es espectacular!

Evidentemente todos la conocemos por imágenes y eso, pero cuando la tienes frente a ti es algo muy especial. Es realmente bella.

Parece como si de pronto te encontraras en el Olimpo de los Dioses.

José Luis ya había estado en Roma pero para mi era la primera vez, él estaba deseoso de enseñarme esta belleza de ciudad y si por él hubiera sido me hubiera llevado con una venda en los ojos por las calles de Roma hasta llegar a la Fontana di Trevi para que fuera lo primero que vieran mis ojos allí.

No fue así, pero casi, es tan esplendida y colosal que no te deja indiferente.

Tras hacernos algunas fotos como cientos de personas, comenzamos un camino de regreso mucho más sosegado y tranquilo.

Paramos para tomar un tentempié en una de las fantásticas pastelerías/ confiterías de Roma. Tras tomar un dulce, repusimos las fuerzas para continuar con nuestro regreso al hotel.

Pronto, en unas horas, el año quedaría finalizado.

Queríamos llegar al hotel para darnos una ducha y cambiarnos, ponernos guapos para recibir el año nuevo y disponernos a realizar una de nuestras tradiciones más especiales.

Nuestra particular Cena de Fin de Año

¿Por qué?

En nuestro primer viaje de Fin de año juntos nos volvimos locos buscando un restaurante para cenar la noche de Noche Vieja que fuera especial.

Y nuestra tarea resultó infructuosa.

Los restaurantes o no tenían mesas libres, no nos gustaban, o eran inexplicablemente caros para lo que ofrecían.

Tampoco éramos fan de las cenas cotillón, y casi todos los restaurantes abiertos enfocaban su noche de esta manera. Muy lógico por otro lado, pero no era lo que buscábamos.

Antes de llegar a desesperarnos tomamos una decisión.

Se nos ocurrió que…

¿Por qué no hacemos una compra de productos típicos de la zona, un buen vino, algunas delicatessen y nos montamos una cena íntima y especial en nuestra habitación?

Dicho y hecho

Lo que surgió como una decisión “desesperada” se ha convertido en uno de nuestros mejores planes y en una tradición para nosotros.

Muchas veces lo más sencillo es lo mejor.

 Roma no podía ser menos… en este caso estaba un poco limitada por el tema del embarazo, ya que la alimentación se debe cuidar y se deben tomar varias medidas como: No comer nada crudo, ni embutido (excepto jamón de york o pechuga de pavo porque están cocidos), pescado debe estar congelado previamente, toda la verdura y la fruta debe de estar lavada y desinfectada a conciencia, los quesos y productos lácteos tienen que estar pasteurizados, olvídate de los ahumados… En fin, una serie de cosas que no te ponen fácil improvisar una cena, sobre todo si no tienes cocina para cocinar los productos. Por este motivo esta vez fuimos muy previsores y facturamos nuestra cena desde Madrid hasta Roma.

Hicimos una cena muy Española pero en una ciudad italiana bellísima como es Roma.

Jamón Ibérico, Salchichón Ibérico, Caña de lomo Ibérico…

Se supone que los productos certificado como ibéricos han pasado unos procesos de calidad que te aseguran que su consumo es optimo para una embarazada ya que no contienen toxoplasmosis. Pero aun así, nosotros somos muy precavidos y los tuvimos en el congelador durante 4 días.

Para poder comer cualquier embutido con tranquilidad se recomienda que se congele durante 3 días.

Ya estábamos arreglados y con nuestra cena en la mesa…

Tras disfrutar de la cena nos preparamos para salir.

¡Nos íbamos a tomar las uvas que traíamos desde España en el Coliseo Romano y a disfrutar de los fuegos artificiales, una tradición muy Romana!

En Roma no tienen como costumbre comer uvas, lo que hacen es que a mitad de la noche se toman una especie de guiso de lentejas para asegurarse que el año nuevo será prospero.

Yo las comí para almorzar unos días más tarde. Supongo que harán el mismo efecto.

y ..

Dimos la bienvenida al año nuevo 2019 a los pies de esta majestuosa obra arquitectónica, un anfiteatro construido en el siglo I en la época del imperio romano, casi nada.

Nos tomamos las 12 uvas mirándonos a los ojos el uno al otro mientras tocábamos a nuestro bebé y brindamos mirando El Coliseo o Anfiteatro Flavio, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1980 por la Unesco y una de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno el 7 de julio de 2007.

La experiencia fue única y un momento increíble.

No sabría decir una cifra de la cantidad de gente que se reúne en esta cita para ver los fuegos artificies que reciben el año nuevo. Es descomunal las masas de gente moviéndose a través de las grandes avenidas que rodean toda esta zona cortada a la circulación de vehículos.

Tras los fuegos, la noche no duerme y comienzan los conciertos por toda la ciudad al aire libre. En esta zona dónde estábamos, cerca del Coliseo, se monta un grandísimo escenario que reúne a muchísima gente para disfrutar de la noche y de la música.

Nosotros no tardamos en retirarnos. El día había sido muy intenso y me encontraba cansada, queríamos descansar para afrontar el próximo día, 1 de enero de 2019, con mucha energía. No se nos podía olvidar que estábamos embarazados de 6 meses, 26 semanas, debíamos dosificar las energías, aún nos quedaban muchos días de viaje.

 

Hasta aquí por hoy…

Un día muy intenso, lleno de vivencias, de sensaciones, emociones, agotamiento, ilusión…

El viaje no decae, por eso os espero el próximo domingo aquí, en nuestro pequeño escondite para descubrir el capitulo del Día 2 y mucho más.

Os seguiré contando cómo se desarrolla toda el viaje, queda mucho por contar.

Deseo que os guste el nuevo post y que además os sirva para vuestros futuros viajes a Roma.

Os espero en

El Escondite De Cristina Alarcón