Seguro que tienes por casa algún vaquero que no te pones mucho

ES HORA DE SACARLE PARTIDO

Parece que los vaqueros rotos y desgastados se quedan con nosotros

Desde hace unos años están pisando fuerte. Llegaron para quedarse. Es una prenda que ha ocupado un buen puesto en nuestro armario.

¿Por qué es una prenda con tanta aceptación?

La respuesta es fácil. Se pueden combinar fácilmente, puedes usarlos de una manera informal o muy sofisticada según como combines el resto de tu atuendo.

¿Zapatillas, botín o taconazo? Con cualquiera aciertas seguro.

Parece increíble pero cuando vamos de compras y buscamos unos vaqueros de este estilo, normalmente su precio es más alto comparado con otro vaquero más clásico y de la misma marca.

¿Pero sabías lo que sufre la salud de aquellos trabajadores que se dedican a desgastar los pantalones que más tarde nosotros compraremos en la tienda como nuevos?

Aquí os dejo un articulo de: Periódico 20 minutos de 3 de marzo de 2011 del cuál quiero hacerme eco.

LOS VAQUEROS MÁS OBSCENOS

Mucho antes de que tú te compraras tus vaqueros desgastados para ir al cine un domingo, debes saber que tus pantalones se embarcaron en un avión y viajaron a Asia. Allí, un camión se los llevó a una nave industrial. Tus futuros pantalones los recogió un tipo, que es turco, indio o chino. Los extendió y cogió una máquina, mientras tú todavía estabas pensando en ir de compras a por unos vaqueros nuevos con apariencia vieja (tremenda contradicción). El hombre apretó el botón de arena a presión, y enchufó a los muslos, que luego rozarán los tuyos. Y limó el trasero, que luego acariciará alguien o tú mismo al meterte dentro un billete o el paquete de tabaco blando. El trabajador turco, chino o indio, que tiene hambre y poco tiempo para pensar en su salud y otras memeces, apuntará con precisión francotiradora a los bolsillos delanteros, donde luego tú meterás el móvil que sonará para decirte que el trabajo es tuyo o que ya no te quiere. Mientras tú pasas por un escaparate y piensas si comprarte o no unos pantalones de aspecto envejecido, él ahora aspira las partículas venenosas que libera ese torrente de tierra y que al cabo del tiempo le matará, para que tú disfrutes en un mes de tus nuevo-viejos vaqueros y los sientes en una butaca de cine donde otros culos desgastados se sentaron, tocándoos involuntariamente en el mismo espacio pero en distinto tiempo.

Cuando tú, inocente, estás en el probador con el trasero apuntando al espejo y la cabeza volteada 180 grados a ver qué tal te sientan, casi 50 personas han muerto por aplicar el chorro de arena que envejece los vaqueros. Y 5.000 han enfermado de silicosis, una patología pulmonar, para que tú o yo tengamos colgados en el armario el enésimo par de pantalones. La culpa no la tienes ni tú ni yo, porque no lo sabíamos. Son las marcas occidentales que, para esquivar la ley que prohíbe esta técnica en la UE, se van a Asia a canjear vidas por vaqueros. Un bien de primera nece(si)dad.  

Hay un refrán en África que dice que el que come huevos es porque no sabe que a la gallina le duele el culo. Aquí hay empresas que lo saben y engullen el huevo mientras farfullan “¡salud!”.

Raquel P.Ejerique

Es increíble e impactante la verdad. Me ha gustado mucho este articulo, en pocas palabras cuenta mucho y lanza un claro mensaje.

He pensado que para poner nuestro granito de arena podemos customizar nosotros mismo nuestros vaqueros y darles “plantón” a los que nos venden en la tiendas.

Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.

-Martin Luther King

Customizar un vaquero o cualquier prenda es sencillísimo. Únicamente necesitamos imaginación, algo de precisión, paciencia y algunas herramientas sencillas que tengamos por casa.

Todo funciona según gustos…

Puedes customizar tus vaqueros y darle un aspecto un pelín desgastado pero sin roturas:

Para esta opción con un rallador, una lija o una piedra pómez nos vale. Rozamos la zona a nuestro gusto hasta que el resultado sea el deseado.

Si lo que queremos es un vaquero más atrevido, lánzate con los cortes.

Elige tu prenda

Yo he elegido un vaquero que tengo desde hace mil años, aún lo sigo usando. Es un vaquero que me encanta y me gusta como queda pero que necesitaba una actualización para volver a ocupar los mejores puestos en mi “armario”.

Diseña

Lo primero que he hecho ha sido trazar con lápiz unas líneas a la altura de las rodillas, donde quiero que queden las aberturas.

Material necesario

Para poder empezar a trabajar el vaquero he cogido el material necesario:

Tijeras, pinzas y rallador/piedra pómez (para darle un buen acabado).

Es muy recomendable que uses una mascarilla para el proceso de deshilachar. El tejido suelta muchísimas fibras, no es recomendable inhalarlas.

Empezamos…

Corta por las marcas

Con las tijeras voy a cortar las líneas que anteriormente diseñé en el pantalón.

ATENCIÓN: Mucho cuidado con la tijera para no cortar el tejido de la parte trasera y no pasarnos con el corte. Siempre podemos ampliar nuestro corte si nos quedamos cortos ( valga la redundancia ).

Los cortes se realizan en horizontal respecto a la pernera del pantalón.

Una vez tenemos nuestros cortes hechos, le damos la vuelta al pantalón y trabajamos con el del revés.

Deshilachar

Con la ayuda de las pinzas, vamos a ir separando las hebras del tejido.

Las hebras en horizontal, las que siguen la misma línea de los cortes son las que vamos a mantener. Trátalas con cuidado para que no se fracturen. Las hebras verticales son las que vamos a ir eliminando.

La hebra que se aprecia en la foto de color blanco es la que vamos a mantener.

Y las verticales en un tono más azul son las que vamos a sacar.

Fijaros en las siguientes fotos.

Este proceso lo haremos con todos los cortes que hemos realizado.

Dejar algunos parches

Con parches me refiero a dejar algunas zonas en las que no quitemos las hebras verticales, las azulonas. De esta manera aparecen zonas más pobladas y otras despobladas que le dan un aspecto muy chulo.

Una vez los tengamos deshilachados y con el diseño que queremos…

Pasamos el rallador

Con el rallador conseguimos fomentar el aspecto desgastado para que quede natural y no tan perfecto.

Y…

Et Voilà

Unos vaqueros únicos, personalizados y a la ultima, para que te sientas seguro de ti mismo.

Ya sabéis escondidos míos… PONEROS MANOS A LA OBRA. Ya me contaréis que tal van esas customizaciones y si os a parecido una buena y bonita idea.

Os espero como siempre, como cada domingo… en algún lugar especial, siempre a escondidas.

¡¡¡¡¡Hasta el próximo Domingo!!!!!

Cristina Alarcón

FOTOGRAFÍAS BY José Luis García-Pérez