Un lugar con un magnetismo increíble

Hace unas semanitas dimos un paseo por allí José Luis y yo, no era la primera vez que lo visitábamos,  pero salimos conmovidos una vez más.

Cuando hablan del arte, de lo que el arte es capaz de producirte cuando te encuentras frente a él, contemplándolo, puede parecer una fantasía para aquellos que no han dedicado un momento para escucharlo o simplemente no lo han dejado llegar, pero para mi no lo es.

El arte, en cualquiera de sus disciplinas me modifica, cambia algo en mi interior y me deja pensando en ello durante días, semanas, meses…

Uno de nuestros planes favoritos es ver exposiciones puntuales que pasan por Madrid o disfrutar de las que tenemos fijas.

En este caso hemos vuelto a visitar la exposición fija del Museo Nacional del Prado.

Si vas a visitar el museo, debes saber que hay que ir con tiempo y con calma ya que hay muchísimas obras de arte, es difícil en una primera visita poder ver y valorar todas con detenimiento, por lo que el propio museo te ofrece unas alternativas en forma de mapa/guía para un recorrido más rápido y recomendado en el que puedes ver las obras más importantes y relevantes.

En el “Recorrido Recomendado” por el museo destacan 15 Obras Maestras que no puedes dejar de ver, aunque durante tu recorrido por sus galerías puedes pararte y disfrutar de todas aquellas que te interesen.

En mi caso tengo algunas favoritas…

MIS 10 OBRAS MAESTRAS FAVORITAS

Del Museo del Prado

La primera y la más espectacular para mi, sobre todo porque no me canso de verla, de reinterpretarla y de redescubrirla cada vez que la contemplo es:

EL JARÍN DE LAS DELICIAS

de

EL BOSCO

El jardín de las delicias es la obra más emblemática y enigmática de El Bosco, pintor flamenco. Se trata de un tríptico pintado al óleo sobre madera de roble, elaborado hacia 1490 o 1500. Cuando permanece cerrado, contemplamos dos paneles en que se representa el tercer día de la creación. Al abrirlo, los tres paneles interiores representan el paraíso, la vida terrenal (el jardín de las delicias) y el infierno.

Cuando contemplas esta obra de arte no puedes dejar de ver su parte trasera si se encuentra abierto, por que contiene otra obra de arte.

El tríptico cerrado

Cuando el tríptico está cerrado, podemos ver la representación del tercer día de la creación en grisalla, técnica pictórica en la que se usa un solo color para evocar los volúmenes propios del relieve. Según el relato del Génesis, referencia fundamental en tiempos de El Bosco, Dios creó la vegetación sobre la Tierra al tercer día. El pintor representa, pues, la tierra colmada de vegetación.

Junto a esto, El Bosco parece imaginar el mundo tal como en su época se concebía: una Tierra plana, rodeada de una masa de agua. Pero extrañamente, El Bosco envuelve a la Tierra en una suerte de esfera de cristal, prefigurando la imagen de un mundo redondo.
Dios observa desde lo alto (esquina superior izquierda), en un momento que parecería ser, más bien, el amanecer del cuarto día. Dios creador lleva una corona y un libro abierto en sus manos, las escrituras, que pronto se harán vida.
En cada lado del tablero, se puede leer una inscripción en latín del salmo 148, versículo 5. En el lado izquierdo reza: «Ipse dixit et facta sunt», que quiere decir ‘Él mismo lo dijo y todo fue hecho’. En el lado derecho, «Ipse mandavit et ­creata sunt», que se traduce como ‘Él mismo lo ordenó y todo fue creado’.

Tríptico abierto

Al abrir el tríptico por competo, nos enfrentamos a una explosión de color y figuras que contrasta con el carácter monocromo e inanimado de la creación.
Algunos estudiosos han visto en este gesto (revelación del contenido interno de la pieza) una metáfora del proceso de la creación, como si de alguna forma El Bosco nos introdujera en una mirada cómplice hacia la evolución natural y moral del mundo.

El panel izquierdo corresponde al paraíso. En él se puede observar a Dios creador con los rasgos de Jesús. Este sostiene a Eva de la muñeca, como símbolo de que se la entrega a Adán, quien yace en el suelo con los pies superpuestos en sus extremos.

El panel central es el que da título a la obra. Corresponde a la representación del mundo terrenal, al que simbólicamente se le refiere en la actualidad como “el jardín de las delicias”.
En este se representa a decenas de personas totalmente desnudas, blancas y negras. Los personajes están distraídos mientras disfrutan de toda clase de placeres, especialmente sexuales, y son incapaces de advertir el destino que les espera. Algunos personajes miran al público, otros comen frutos, pero, en general, todos conversan entre sí.

El panel derecho es el infierno.

En el infierno, destaca la figura central del hombre-árbol, al que se identifica con el demonio. En el infierno, este parece ser el único personaje que mira hacia el espectador.
En esta sección, las personas reciben su merecido por los pecados cometidos en el jardín de las delicias. Son torturados con los mismos elementos que disfrutaron en el jardín de las delicias. El Bosco condena aquí el juego, la música profana, la lujuria, la codicia y avaricia, la hipocresía, el alcoholismo, etc.

Información gracias a Cultura Genial

Si queréis conocer más pulsar en el enlace y seguir leyendo acerca de esta maravilla.

Si contempláis esta obra maestra os daréis cuenta que se necesita mucho tiempo para poder valorar cada escena, son muchísimas las que lo componen con multitud de figuras y escenarios. Me dan ganas de entrar en él, de ser una de sus creaciones y pasear por su mundo, por ese mundo fascinante.

Es increíble que este tríptico tenga más de 500 años cuando parece no solo actual sino del futuro y muy avanzado, es realmente asombroso, me deja con la boca abierta.

Me encantaría ver una película basada en esta obra de arte, en su mundo, en el mundo que supo reflejar El Bosco de una manera tan brillante. Una y mil historias dentro de él. Abrumador.

La perfección con la que está ejecutada la pintura es magnánima, son figuras muy pequeñas realizadas al mínimo detalle, llenas de luces y sombras, de color, de objetos, animales fantásticos, personas… Realmente me vuelve loca.

Creo que está claro por qué es mi favorita.

Otra de mis favoritas es:

LAS TRES GRACIAS

de

PETER PAUL RUBENS

En el siguiente enlace puedes ver el cuadro completo

Museo del prado

He de confesar que hay algo que me atrae muchísimo, son las pinturas de mujeres desnudas, la desnudes femenina me parece muy hermosa y contemplarla en una obra maestra de estas dimensiones es sobrecogedor.

La pintura flamenca durante el siglo XVII tuvo en Rubens a su protagonista indiscutible. Autor de gran variedad temática, es en sus obras mitológicas donde manifiesta más plenamente su vitalidad. Su cuadro alegórico Las tres Gracias es uno de los más conocidos.
El tema se remonta al mundo clásico. Las Gracias son divinidades relacionadas con el dios Apolo, que formaban parte de su séquito, juntamente con las ninfas. Se llamaban Eufrósine, Talía y Aglaye. Eran hijas de Zeus y Eurínome. Para Séneca representaban el triple aspecto de la generosidad, es decir, el dar, el recibir y el corresponder. Para Hesíodo, en cambio, personificaban la belleza, la ternura y la amistad. En otros casos, simbolizaban la Castidad, la Belleza y el Amor, con la inscripción latina Castitas, Pulchritudo, Amor. Más tarde, los filósofos humanistas florentinos del siglo XV vieron en ellas las tres fases del amor: la belleza, que suscitaba el deseo, que llevaba a la satisfacción.
El pintor flamenco ha cambiado el canon de belleza, empleando el típico de sus pinturas, con mujeres entradas en carnes, pero proporcionadas, elegantes, de cuerpos exuberantes. Rubens mantiene la composición que Rafael había pintado anteriormente, pero cambia la relación de las figuras al presentarlas conectadas entre sí a través de los brazos, el velo y sus miradas.

Info gracias a Historia del Arte

Si queréis conocer más de este cuadro pinchar en el link.

Algunas más de mis favoritas son:

DOÑA JUANA LA LOCA

de

PRADILLA Y ORTIZ, FRANCISCO

LA HISTORIA DE NASTAGIO DEGLI ONESTI

de

BOTTICELLI

EL COLOSO

de

GOYA

CHICOS EN LA PLAYA

de

SOROLLA

EL TRIUNFO DE LA MUERTE

de

PIETER BRUEGHEL, EL VIEJO

LA FRAGUA DE VULCANO

de

VELÁZQUEZ

DAVID VENCEDOR DE GOLIATH

de

CARAVAGGIO

EL DESCENDIMIENTO

de

VAN DER WEYDEN

Seguiría enumerando algunos más, pero creo que aquí os dejo un claro resumen de mis Obras Maestras Favoritas.

Y a vosotros, ¿algunas de estas son vuestras favoritas?

Desde aquí os animo a visitar el Museo Nacional del Prado. 

Es un museo espectacular.

Hasta aquí por hoy.

Os espero el próximo domingo sino tenemos ninguna novedad.

Deseo disfrutéis tanto como yo contemplando estas maravillas.

Mil besos desde:

EL ESCONDITE DE CRISTINA ALARCÓN