8º mes de embarazo

Ya estamos de 33 semanas

Y viviendo mi embarazo a tope.

Es mi primer embarazo y la experiencia está siendo magnífica. Es increíble la de cambios que sufres y no solo hablo de los físicos que son evidentes.

Está siendo una etapa preciosa.

Esta semana entramos en la semana 33 de embarazo y eso me hace estar mucho más tranquila.

Desde el momento en el que tienes la buena nueva, tus prioridades cambian y lo más importante es tu bebé. Cobra un protagonismo total en tu día a día.

Os preguntaréis por qué esta semana me hace estar más tranquila. Os lo cuento.

Cada día se ven más nacimientos prematuros, no sé si será que cada día estamos más informados de este tipo de cosas o porque realmente existe un incremento de este tipo de nacimientos.

Como madre te preocupas muchísimo por el bienestar de tu bebé y lo que más deseas es que se encuentre bien.

Depende de la edad a la que nazcan los bebes prematuros se pueden encontrar en situaciones más delicadas que otras, por este motivo según pasan las semanas eres más consciente de que cada día tu niñ@ se encuentra más preparad@ para afrontar el nacimiento y por supuesto para afrontar la vida, estar sano y bien.

En la semana 33 si algún niñ@ decidiera nacer sigue siendo de manera prematura pero el porcentaje de que tú hij@ salga adelante es muy alto y eso tranquiliza.

En esta etapa del embarazo empiezas a sentirlo de manera muy clara dentro de ti, tan clara que por momentos ciertos movimientos suyos incluso te pueden llegar a incomodar, por ejemplo en mi caso hay veces que me da con sus piececitos en las costillas. Nada grave y nada que no se pueda llevar más que con una sonrisa y cierto orgullo de madre simplemente por el hecho de que se está moviendo.

Hace unos días tuve consulta con mi ginecóloga, llevaba unas semanas sin ir y estaba deseando saber cómo estaba Paco.

En esta consulta pude no solo sentirlo como cada día, también pude verlo.

Pesa ya 2kg y se encuentra muy bien a nivel de crecimiento y de todos los parámetros que se suelen valorar en este tipo de pruebas.

Todos estos datos son muy tranquilizadores porque la cabeza de una embarazada da muchas vueltas. Una de las más comunes es que no te ves suficiente barriga y entonces te asaltan las dudas. ¿Estará mi bebé creciendo bien?

Así que una vez resueltos todos tus interrogantes te sientes mucho más tranquila.

Semanas atrás había sentido un cierto cambio en la postura de mi bebé, de lo que os hablaba antes tiene mucho que ver – las patadas en las costillas – en mi nuevo pensamiento porque no me había pasado con anterioridad. Comenzó hace unas semanas y por este motivo me dio por pensar que mi niño estaba posicionado de cierta manera, y es que cuando lo comienzas a sentir de manera tan clara es fácil empezar a jugar y a especular con tu pareja: en qué lugar se encuentra el culete de tu bebé, si eso que sobresale ahora en tu costado es uno de sus pies o si la cabecita la tiene hacia bajo…

¿Cómo está posicionado mi bebé?

Esta última consulta también sirvió para despejar mis curiosidades acerca de la posición de mi bebé, que por cierto, en esta etapa del embarazo también es algo importante.

Yo pensaba que mi bebé tenía la cabeza hacia abajo, en mi pelvis, que su culete se apoya y acomoda a la altura de mi ombligo pero en el costado derecho de la barriga y que con sus pies juega a veces con mis costillas derechas.

Esta posición sería bastante buena ya que el niño ya estaría en posición para nacer.

Efectivamente la eco confirmó mis sospechas, mi niño está claramente en esa posición, aún no está “encajado”, pero será la siguiente fase.

Aquí os dejo un enlace de la web “Bebés y más” dónde explican que significa que el bebé está “encajado” y en qué mes se suele dar.

Otra cosa curiosa de la que me gustaría hablaros es de los “mitos” bajo mi punto de vista acerca de las embarazadas.

Antes de quedarme embarazada había escuchado muchas cosas… supongo que como todos.

Cosas tipo:

Que se disparan las hormonas y esto te hace estar muy irascible y con comportamientos muy dispares en poco tiempo.

Por ejemplo en una mañana muy feliz y muy contenta y al cabo de un rato sentirte muy triste, decaída y cabizbaja.

Tener cambios de humor con la gente que te rodea, estar irascible y quizás tener ciertos comportamientos ajenos a tu carácter habitual.

A mi esto no me ha pasado, y he de decir que antes de hacer esta afirmación, por si mi visión no era del todo objetiva, lo he consultado con la gente que me rodea, sobre todo con mi pareja que sería el que sufriría este tipo de cosas desde muy cerca.

Anímicamente

Para mi el embarazo me está sirviendo para todo lo contrario, para estar muy feliz, mucho más de lo que lo estaba antes, para estar animada, risueña, divertida y para darme un motivo increíblemente fuerte por el que ver la vida más bonita de lo que la veía antes, y eso que si algo me caracteriza es la positividad.

Así que no os asustéis futuras embarazadas y parejas de embarazadas por que el proceso del embarazo es un proceso en el que te encontrarás pletórica y eso se trasmite a la gente que te rodea.

Físicamente

A nivel físico, tu cuerpo empieza a sufrir cambios bruscos pero que se viven desde un lugar de fascinación, alegría, orgullo… Antes de quedarme embarazada tenía un cuerpo bastante afín a los arquetipos de belleza que tenemos establecidos en esta sociedad, no porque sea una obsesa del físico, si no porque uno de los regalos que me han hecho mis padres ha sido una genética estupenda, que aunque en algún momento cometa excesos no se ven reflejados en mi físico, aún así mis nuevas curvas han sido muy bien recibidas.

Mi cuerpo ha cambiado, tengo una gran barriga, mis pechos han crecido, mis glúteos también, mis caderas casi se han duplicado, mis piernas han perdido un poco su forma tonificada y mis rodillas se han redondeado.

¿Y qué? Que me miro al espejo y veo un cuerpo bello.

Es cierto que soy mujer de pocos complejos, supongo que por la educación que me han dado mis padres he aprendido a aceptarme siempre y centrarme en todas las cosas positivas que tengo y no darle importancia a las negativas. Algunos podéis pensar que es fácil pensar así o tener esta actitud tras haber hablado de mi genética, pero os puedo decir que defectos tenemos todos y que si quieres ser una persona acomplejada lo puedes ser aún ostentando el titulo de miss universo.

Con esto quiero decir que es muy importante que nos queramos mucho y nos aceptemos para de esta manera mostrarnos a los demás. 

En resumidas cuentas para mi el embarazo está siendo una etapa fabulosa.

Supongo que otro gallo cantará cuando tenga que enfrentarme a la difícil tarea de ser madre.

Todo el mundo nos “asusta” diciendo que nos preparemos para lo que nos viene.

Que todo es muy bonito y espectacular pero que también es muy difícil.

En la última clase de preparación al parto, la matrona que la impartía se atrevió a afirmar que:

¡¡El primer hijo es la primera crisis de la pareja!!

Os podéis imaginar la cara que se nos quedó a todos los primerizos que estábamos allí con nuestros oídos muy abiertos.

Pues sabéis que os digo… que ahora yo no voy afirmar nada que no sepa porque aún no he vivido ese momento, pero estoy deseando vivirlo para poder escribir un nuevo post y ponerle la cara colorada a todos aquellos que viviendo este momento tan espectacular nos intentan asustar con ese tipo de comentarios.

Jamás he escuchado salir de la boca de mis padres un comentario de ese tipo.

Supongo que si tus expectativas son seguir tu vida como siempre y no cambiar ni modificar ninguno de tus comportamientos con la llegada de tu bebé evidentemente te estas equivocando en la manera de afrontarlo. Ahora si sabes a lo que te enfrentas, en el sentido de, cuando decidí ser madre sabía que tipo de compromiso adquiría y que este compromiso me llevará a cambiar ciertos hábitos de mi vida, ciertas costumbre, ciertos egocentrismos… pero por otra lado también se que lo que voy a recibir a cambio difícilmente podré compensar.

En definitiva, creo que hay gente que nunca quiso tener hijos y aún así los tuvo, por un capricho, por costumbres, por la sociedad… la verdad no entiendo por qué. ¿Para estar quejándose toda su vida? Para eso es mejor abstenerse.

Yo soy “consciente” del paso que doy y voy a por todas.

Estoy deseando verle la carita a mi niño precioso, deseando quedarme boquiabierta con un solo gesto suyo, deseando sentir su mirada en la mía… deseando conocer su olor, deseando acariciar su piel, deseando pasar noches en vela, que no serán en vela, serán un planazo para su mami…

Deseando escucharle, besarle, sentir su calor…

Ya queda poquito para todo esto, ahora mi principal deseo es que todo esté bien, que todo surja como tiene que surgir y que pronto tenga a mi hijo en mi regazo.

El Parto

No me gustaría entrar en debate de qué es lo mejor o lo peor.

Es un momento que a las embarazadas les preocupa mucho.

Sus pensamientos se suelen centrar mucho en el futuro dolor que les espera por pasar, y eso les asusta mucho, para mi es un error, porque el miedo es lo que realmente te paraliza. Mi actitud respecto a esto está siendo otra. Casi no pienso en el dolor, no porque sea de otro planeta, si no porque cuando llegue ya veré como afrontarlo y ya veré si soy capaz de asumirlo. También es cierto que confío en nuestro cuerpo femenino, confío en mi cuerpo y en los profesionales.

También algo que me repito mucho es que ese “dolor” que a todos nos aterra, tiene un FINAL, un final cercano, no es para siempre y eso me tranquiliza muchísimo.

También viene acompañado de una recompensa brutal. La bienvenida al mundo de tu bebé.

A la hora de tomar la decisión de cómo deseas que sea tu parto lo más importante es que te lo preguntes a ti misma y seas fiel a lo que sientes sin más.

Parto Natural

En mi caso quiero apostar por un parto, siempre que sea posible, con el mínimo intervencionismo.

El llamado “Parto natural”, he de decir que todos los partos me parecen naturales, otra cosa es lo que cada uno desee.

Quiero ser respetada en un momento tan importante en mi vida y sobre todo que a mi bebé también se le respete.

Un parto lo más natural posible. Pero he de decir que estoy bastante abierta a todo lo que puede surgir en ese momento, no quiero tener un ideal y que en el momento que algo no vaya por el camino que me he imaginado me haga perder el control, por este motivo prefiero no imaginarme ningún camino y andarlo por primera vez ese día.

Prefiero armarme de calma, de serenidad e intentar depositar toda mi confianza en los profesionales que me asistan.

Para ello he elegido el Hospital Nuevo Belén en Madrid, que cuenta con unidades y equipos especializados en este tipo de partos.

Una vez de a luz os contaré mi experiencia para que os sirva de utilidad.

Bueno otro día os sigo contando más cositas.

Con este tema empiezo y no encuentro el momento de parar de escribir.

Espero os haya gustado el post de hoy y como siempre espero os sirva de ayuda.

Fotos by: José Luis García Pérez (Mi marido y el papá del futuro bebé, de nuestro Paco)

Mil besos para todos desde nuestro escondite.

Os espero el próximo domingo.

El Escondite de Cristina Alarcón