Pues sí, me he armado de valor y sin pensármelo dos veces, he dejado atrás la etapa de “ser una fumadora” en mi vida.

En realidad he tenido que pensarlo 200.000 veces.

Ésta es la noticia que os quería dar.

Para quien no ha fumado nunca supongo que es una cuestión un tanto complicada de entender… Pero para quien es fumador sabe que es un paso muy importante, una decisión difícil y de muchísima valentía.

Es como si os gusta mucho el dulce y decidís no comer más por cuidar vuestra salud.

El tabaco es una adicción más, una vez te vuelves adicto crees que lo necesitas y no sabrías prescindir de él. Pero si aún no eres consciente de tu adicción pensarás que lo tienes controlado y que no te hace ningún mal, al contrario, te ayuda en muchos momentos. ¡Error!

Llega a tal punto la adicción que, incluso cuando planeas un viaje con toda la ilusión, una de las cosas que tienes en cuenta son las horas que tendrás que pasar sin fumar viajando en el avión. Cuando uno es consciente de esto, creo que es cuando te planteas que nada ni nadie sea el dueño de tu vida y mucho menos “El tabaco”.

¿Por qué es adictivo el tabaco? 

La nicotina es un estimulante que funciona distribuyendo dopamina, una sustancia química cerebral que produce sensación de placer. Existen estudios que sugieren que la nicotina deprime la capacidad del cerebro para experimentar placer a largo plazo. De ahí que los fumadores necesiten mayores dosis de nicotina para experimentar los mismos niveles de satisfacción.

El tabaco es tan adictivo como la heroína o la cocaína, según un estudio del Royal College of Physicians en el Reino Unido. El poder adictivo del tabaco se refleja en que el 70% de los fumadores quiere dejar el hábito, siendo muy baja la cifra de los que lo consiguen finalmente. Por otro lado, destaca el hecho de que, normalmente, los fumadores que han dejado de fumar han hecho varios intentos previos.

Sirva como ejemplo “de adicción” el hecho de que la mitad de los pacientes con cáncer de pulmón empiezan a fumar de nuevo tras ser intervenidos quirúrgicamente.

Habitualmente se asocia con cosas positivas, como: alternar, socializar, pasarlo bien, disfrutar, ser alguien distinguido… Todo esto que nos ha ido inculcando la sociedad y el mundo en  el que vivimos, pero decepcionantemente es una MENTIRA.

Precisamente lo que me ha dado fuerzas para dejar de fumar ha sido darme cuenta de que el tabaco es todo lo contrario.

El tabaco te impide disfrutar plenamente de muchos momentos.

Un poco más de persistencia, un poco más de esfuerzo, y lo que parecía irremediablemente un fracaso puede convertirse en un éxito glorioso.

-Elbert Hubbard.

Por ejemplo, cuando estas en una cena (por supuesto además de que merma la captación de sabor a tus papilas gustativas y disminuye también el olfato, impidiendo que captes al 100% el olor suculento de la comida) y aún no has empezado casi con la velada, ya estas pensando en salir a fumar. Tu adicción hace que asocies el “tabaco” con una sensación de bienestar por supuesto errónea. Por lo tanto impide que realmente disfrutes con tranquilidad y sin ansiedad el momento real que esta aconteciendo. Así trascurrirá toda a velada y todos los días.

Recuerdo salir de casa en pleno día de lluvia. Ataviada con todas las capas de ropa para impedir que el frio penetre, con esa opuesta sensación de ligereza, con el bolso en una mano, el paraguas en la otra, la lluvia cayendo a cantaros y aún así, yo haciendo malabares para encontrar en el bolso mi tabaco y mi mechero, intentando encender mi cigarrillo a la par que pretendo cubrirme con el paraguas de la lluvia… En fin, os aseguro que una situación muy estresante.

Aquí es donde quiero que os deis cuenta de que estamos equivocados cuando asociamos el tabaco a algo positivo, algo que nos sienta bien para relajarnos y algo que nos viene bien cuando estamos nerviosos o en situaciones de estrés.

Yo os hablo únicamente de mi experiencia personal y emocional con el tabaco, ni muchísimo menos de todas las contraindicaciones científicas que tiene para nuestra salud, de las cueles vamos a hablar mas tarde.

Os habla una “exfumadora” que ha sido “fumadora” durante muchos años, por lo tanto sé de lo que hablo.

Os cuento un poco mi experiencia como fumadora para poneros un poco en situación.

Yo empecé a “fumar” o mas bien a “tontear” con el tabaco muy jovencita. Lo típico de que alguna amiga o amigo lo lleva y te ofrece, las demás lo hacen y tu también. La curiosidad en esa edad juega un papel importante. Pero la cosa no queda ahí, te hace sentir mas adulta y por lo tanto eso a una chica joven, le gusta. Cuando eres joven e inmadura lo asocias con “aventura”, “misterio”, “saltarte las reglas”, “amistad”, “valentía”, “complicidad”… sensaciones y emociones que a determinada edad son el detonante perfecto.

Entonces lo que comenzó como un juego y algo sin mayor importancia empezó a formar parte de mi vida y de mi día a día. Aquí te das cuenta del verdadero problema.

He sido fumadora hasta el 27 de Enero de 2017, es decir llevo, a falta de un día, 2 meses sin fumar. Pero he de confesar que he intentado dejar de fumar en varias ocasiones sin éxito, incluso una vez estuve 6 meses sin fumar. Pero la lástima es que cuando uno ha sido fumador alguna vez en su vida siempre sentirá la tentación de volver a fumar. Por eso mi consejo es que no os iniciéis en esta práctica tan absurda porque seréis dependientes de ella.

Yo reúno cada día la fuerza, el valor y el convencimiento para no volver a caer.

Si alguien que lee ahora mi Blog se encuentra en este momento, cuando todo es un juego, me gustaría que reflexionara y pensara si realmente ¿merece la pena?. Yo os puedo decir que indudablemente NO. Pero siempre será una decisión vuestra.

Os intento contar lo que pasa después, cuando deja de ser un juego, se convierte en algo serio que además limita ciertos momentos de tu vida. El problema viene cuando “Quieres dejar de fumar” y no puedes, no te sientes con fuerzas o no te vez capaz. (Una multitud de excusas y de autoengaño)

Mi consejo es ¿Para que poner el “Tabaco” en tu vida? La cantidad de esfuerzo y mal estar que me estaría evitando ahora si hubiese sido mas selectiva y no le hubiese dejado espacio en mi día a día. Sabes que el día de mañana no tendrás plena voluntad cuando quieras dejarlo. Mejor no empezar nunca a fumar y ese problema que te quitas. Tu salud lo agradecerá.

Y para todos aquellos que leéis estas líneas y ya sois fumadores como yo he sido, os digo que, si yo puedo, podéis vosotros.

Desde aquí os mando todo mi apoyo y energía y os cuento como lo estoy poco a poco consiguiendo.

Principalmente he tomado la decisión de dejar de fumar por varios motivos, el principal de salud, no es que haya tenido ningún problema en concreto, pero como ya sabéis afecta a muchísimas ámbitos. El tabaco favorece a cantidad de enfermedades, entre ella el Cáncer. Afecta además de manera negativa a los pulmones, corazón, fertilidad, embarazo y parto, dentadura, dedos, uñas, voz, piel entre otros.

 “Al fumador se le puede comparar con un insecto atrapado en una planta carnívora: al principio el insecto se alimenta del néctar pero de pronto es la planta quien devora al insecto”.

¿Cómo afecta el tabaco a tu cuerpo?

• Cáncer: Está demostrado que el tabaco es una causa muy potente de los cánceres de pulmón, laringe, faringe, esófago, vejiga, riñón y páncreas. Ciertas investigaciones inciden en que fumar está relacionado con un mayor riesgo de leucemia y cáncer de estómago, mama, hígado y cuello uterino.
• Pulmones: La obstrucción crónica del pulmón, producida por la bronquitis y el enfisema, produce una discapacidad respiratoria progresiva. Esta obstrucción está provocada por el estrechamiento de los conductos de aire en los pulmones y por la destrucción de los alvéolos. El inicio de esta enfermedad es gradual y surge la incapacidad respiratoria cuando ha sido destruida casi la mitad de los pulmones. Una vez que la enfermedad se ha establecido es raramente reversible. De ahí, por ejemplo, que la neumonía, una infección de los pulmones, sea más común entre los fumadores.
• Corazón: Al minuto de encender un cigarrillo, el corazón del fumador empieza a latir un 30% más rápido. La presión arterial también aumenta, forzando al corazón a hacer un mayor esfuerzo e incrementando el riesgo de enfermedad coronaria.
• Fertilidad: La fertilidad de hombres y mujeres se ve reducida. Por otro lado, el riesgo de impotencia masculina se ve aumentado por el consumo de tabaco.
• Embarazo y parto: La probabilidad de abortos es sustancialmente mayor en mujeres fumadoras. Además, éstas suelen tener más complicaciones durante el embarazo. Los bebés de madres fumadoras suelen pesar una media de 200 gramos menos al nacer que los hijos de madres no fumadoras. Esta reducción del peso se asocia a mayores riesgos de fallecimiento y enfermedad durante la lactancia y la primera infancia. Por otro lado, los niños cuyos padres son fumadores tienen el doble de probabilidad de sufrir infecciones respiratorias graves.
• Dentadura: Los dientes se vuelven amarillos y, habitualmente, el fumador sufre de mal aliento o halitosis.
• Dedos y uñas: pueden sufrir cambios de color.
• Piel: Puede tender a arrugarse y a presentar psoriasis.

¿Os parecen pocos motivos para dejar de fumar?

Por no hablar de nuestra “salud mental”. El tabaco precisamente no creo que nos ayude. Como os comentaba en mi experiencia personal es un foco de ansiedad continua.

Llevaba varios meses con un objetivo claro: dejar de fumar. Aunque cada día aplazaba el “día señalado” (cualquier fumador puede entenderme), nunca encontraba el momento idóneo para hacerlo. Pero considero que es parte del proceso del “fumador” que desea convertirse en “exfumador”.

Creo que todos necesitamos un tiempo para procesar lo que queremos, adaptarnos, prepararnos, hacernos a la idea poco a poco, hasta que un día despiertas con todas las fuerzas reunidas y das el paso. Ese día será tu día.

He de decir también, que ayuda mucho en este periodo al cual yo llamo “hacerse a la idea”, darse cuenta realmente de la cantidad de ansiedad que nos genera el tabaco en nuestro día a día.

Un ejemplo claro para que seáis conscientes todos aquellos fumadores que me leéis:

¿Alguna vez habéis estado en casa tranquilamente, disfrutando del momento cuando os dais cuenta que no os queda tabaco?, tus ganas de fumar van en aumento según transcurren los minutos sin poder deshacerte de ese pensamiento, como si se hubiera activado algún tipo de resorte.

Nuestra ansiedad y nuestra mente anunciándonos que si queremos encendernos un cigarrillo no vamos a poder, esto hace a nuestro ser entrar en caos y disparar nuestros nervios y ansiedad hasta tal punto que decidimos ponernos cualquier cosa y salir a la calle a buscar tabaco, lo mismo da que sea festivo como que no, incluso la hora, no volverás hasta encontrar algún establecimiento donde poder comprar tu cajetilla cueste lo que cueste.

Mi pregunta es ¿Todo esto es necesario? ¿Se puede evitar?¿No hubiéseis disfrutado más del momento que estábais viviendo? Ésto claramente no nos hace bien.

Llegó mi día, desperté con la suficiente fuerza como para afrontar mis 24h sin humo. Estaba tan contenta y tan orgullosa que afronté el segundo día sin humo. Por no tirar por tierra el esfuerzo hecho durante esos dos días afronté mi tercer día de igual manera, sin humo. Así sucesivamente cada día.

¿Cómo?

-En mi caso he utilizado mi fuerza de voluntad y mi capacidad mental para decidir sobre mi misma. Lo más efectivo.

-En casa tengo unas infusiones naturales de herbolario, donde mezclan varias plantas que ayudan a disminuir la ansiedad, siendo sincera he de decir que tampoco he utilizado muchas, quizás dos o tres infusiones habré tomado a lo largo de este proceso, pero creo que pueden ayudar y nunca está de más tenerlas en casa

-Mi pareja me regaló una especie de pastillas muy conocidas que van en una cajetilla azul, supuestamente tienen una cantidad de nicotina para disminuir la necesidad de aportarla a tu cuerpo. Con ellas la verdad que no tuve buena experiencia, aunque son mentoladas… Me tomé una y bien pero con la segunda me daban arcadas, nada más que pensarlo ahora me da asco. 🙂

-Para restar la ansiedad de fumar un cigarro he tomado “propóleo puro masticable” (yo lo compro de la marca “Aprolis”), esto es algo natural, también de venta en herbolario, es buenísimo para la garganta y además es antibiótico natural. Como es algo masticable me ayuda a pasar el momento de deseo y además es beneficioso al contrario que el tabaco.

Creo que como yo, cada uno debe buscar su manera de distraer la atención del tabaco. A cada uno supongo que nos funcionaran cosas diferente.

–FUNDAMENTAL: Dicen que hay que sustituirlo por algo. Que mejor que “deporte” para relajarnos, tener una vida más saludable además de hacernos sentirnos bien con nosotros mismos y cuidar nuestra línea en este proceso de cambio.

Como ya sabéis soy una chica deportista pero es cierto que desde que no fumo me he centrado más aún en el deporte y esto me hace sentir muchísimo mejor.

Sustituir algo negativo para nosotros por algo positivo es un buen cambio ¿no?.

Para vuestra tranquilidad he de deciros que cuando uno deja de fumar no tiene porque prescindir de algunos momentos que van a veces unidos con el tabaco y que no son negativos. ¿Cómo?¿Cuáles? Yo ya no fumo, pero no he dejado de salir a la puerta de algún bar para mantener una conversación agradable con aquellos que son fumadores. Con la bonita sensación de disfrutar del momento a la vez que me enorgullezco de mi misma y me siento bien.

Supongo que os preguntareis si después de casi dos meses sin fumar he notado algún cambio. Pues sí.

¿Mejoras?

-Al mes, mi piel había cambiado, de estar seca y deshidratada, ahora es una piel jugosa.

-Mi capacidad pulmonar por supuesto es otra. Ya no me asfixio, por lo tanto mi rendimiento físico es mucho mayor.

-Dicen que el carácter cambia. Sigo siendo la misma. Igual de alegre que siempre. Para nada susceptible. (Aunque esto sería mejor que lo dijera José Luis) 😉

Todos los cambios son positivos.

Ahora supongo que tendré que cuidar algo más mi dieta, cosa que nunca he hecho, así que tampoco me vendrá mal, compensándola con ejercicio supongo que será suficiente.

BENEFICIOS AL DEJAR DE FUMAR

Beneficios a los veinte minutos después del último cigarrillo

• La presión arterial baja a cifras normales
• La frecuencia cardíaca recupera los niveles normales.
• La temperatura de las manos y de los pies aumenta hasta valores normales.

Beneficios a las dos horas después de dejar de fumar

• Los bronquios se relajan, lo que lleva a respirar mejor
• Incremento de la capacidad pulmonar

 Beneficios ocho horas después de dejar de fumar

• El monóxido de carbono de la sangre se normaliza.
• El oxígeno en la sangre se normaliza.

 Beneficios a las veinticuatro horas después de dejar de fumar

• Disminuye el riesgo de ataque al corazón.

Beneficios a las cuarenta y ocho horas después de dejar de fumar

• Las terminaciones nerviosas se acostumbran a la ausencia de nicotina.
• Mejora el gusto y el olfato.

Beneficios al medio mes a tres meses después de dejar de fumar

• Mejora la circulación.
• Es más fácil caminar.
• La función pulmonar mejora un 30%.

Beneficios de los 1 a los 9 meses después de dejar de fumar

• Disminuye la tos, la congestión nasal, la fatiga y la sensación de ahogo.
• Aumenta la sensación de bienestar.
• Dejar de fumar beneficia a la capacidad para limpiar el pulmón y disminuyen las infecciones.

Beneficios a los cinco años después de dejar de fumar

• El riesgo de morir de enfermedad cardiaca es igual al de los no fumadores.
• El riesgo de morir por enfermedad pulmonar disminuye a la mitad.

Beneficios diez años después de dejar de fumar

• El riesgo de morir de cáncer de pulmón es similar al de los no fumadores.
• Reducción a niveles equiparables a los que nunca han fumado de padecer cáncer de boca, laringe, esófago, vejiga, riñón y páncreas

Si no os véis con fuerzas para hacerlo solos, hay muchísimo tratamientos efectivos y gente muy profesional dispuesta a ayudarnos. Por la Seguridad Social existen programas de ayuda para dejar de fumar. Pregunta directamente a tu médico de cabecera y sabrá decirte que pasos debes seguir. También existen centros con técnicas muy novedosas.

Aunque yo sigo confiando y siendo participe de:

QUERER ES PODER

 “Para dejar de fumar tan solo hay que hacer un sencillo gesto: ¡fumar el último cigarrillo”.

Bueno escondidos míos, aquell@s que sois mas jóvenes que yo, confío que seáis mas listos e intentéis apropiaros de las cosas positivas y alejaros de las cosas negativas que a la larga se convertirán en un problema. Confío en vosotr@s.

Y aquellos que sois fumadores deciros que indudablemente sé que podéis, ahora toca que os lo creáis vosotros también.

A los que no sois fumadores os animo a que ayudemos a la gente que está a nuestro alrededor. Nuestro apoyo es fundamental. Podemos ayudarles y concienciarles mucho más de lo que creemos. Sin presionarles ni atosigarles. Es una decisión que debe tomar cada individuo,  no es una decisión que tomen los demás por él.

Os deseo lo mejor.

Por supuesto yo sigo en el proceso de dejar de fumar y luchar cada día para no caer en “la caladita” dichosa. Pero también os digo que cada día la lucha se hace mas fácil y la recompensa es mayor.

Os daréis cuenta que acompaño este post con fotos limpias sin ninguna referencia al tabaco y mostrándome cómo me siento ahora como exfumadora.

Os mando millares de estrellas que diviso en mi cielo cada noche desde nuestro “escondite”.

Os espero el próximo domingo con mas cositas interesantes en “El escondite de Cristina Alarcón”

LOOK:

Vestido: Apparentia

Zapatos salón: LEI É

Pendientes: Ginger & velvet

FOTOGRAFA:

Alejandrina Zoreda